Aunque la inflación muestra una leve desaceleración según los últimos datos del Indec, el alivio no se refleja en el bolsillo de los trabajadores. Un relevamiento realizado por el portal de empleo Bumeran reveló que el 86% de los argentinos asegura que su sueldo no alcanza para cubrir sus necesidades básicas, mientras que solo un 14% afirma poder afrontar el mes completo con lo que cobra.
El estudio, realizado en septiembre, describe una situación crítica: a uno de cada cuatro trabajadores (26%) el salario apenas le dura dos semanas, y otro 24% destina la totalidad de sus ingresos al pago de deudas. Apenas un 11% consigue ahorrar algo, aunque generalmente se trata de montos mínimos. Además, el 72% se encuentra endeudado, un nivel menor al de otros países de la región, donde supera el 90%, pero igualmente preocupante.
Entre los principales gastos que presionan sobre los ingresos, el alquiler encabeza la lista (43%), seguido por alimentos (30%), deudas (12%) y educación (5%). En tanto, salud y transporte representan solo un 3% cada uno.
La brecha entre el sueldo real y el deseado sigue ampliándose
De acuerdo con el sitio especializado High Flow, la diferencia entre lo que los trabajadores ganan y lo que consideran necesario para vivir cómodamente se profundiza por dos factores: ajustes salariales cada vez menos frecuentes y un incremento sostenido de los costos fijos, impulsado por la quita de subsidios en servicios esenciales como luz, gas, transporte y salud.
“Aunque haya aumentos, la percepción de mejora es casi nula porque el sueldo se consume en gastos del hogar”, explicó Federico Carrera, cofundador de la consultora, al diario El Economista. Según la encuesta, si los empleados recibieran un aumento, la mayoría priorizaría pagar deudas (37%) o ahorrar (27%) antes que destinarlo al consumo.
Consumo en caída y un escenario económico estancado
La pérdida de poder adquisitivo se refleja directamente en la demanda. De acuerdo con la consultora Scentia, el consumo masivo cayó 1,9% en agosto, a pesar de registrar un crecimiento interanual del 4% desde una base muy baja de comparación.
En paralelo, las ventas minoristas de las pymes retrocedieron 2,6% en agosto respecto al mismo mes de 2024 y 2,2% frente a julio. El Indec informó que las ventas en supermercados disminuyeron 2,1% en julio respecto al mes anterior, mientras que los autoservicios mayoristas cayeron 0,8% en la misma comparación.
En síntesis, la desaceleración inflacionaria todavía no se traduce en una mejora real para la mayoría de los trabajadores, que enfrentan salarios que se agotan a mitad de mes y un consumo cada vez más retraído.
Fuente: El Destape