El partido entre Gimnasia de Jujuy y Deportivo Madryn, válido por los cuartos de final de la Primera Nacional, fue suspendido por el árbitro Lucas Comesaña tras denunciar agresiones, insultos y amenazas contra el cuerpo arbitral, protagonizadas por dirigentes del club local.
Según el informe elevado a la AFA, antes del inicio del encuentro un alcanzapelotas insultó al árbitro desde el campo de juego, motivo por el cual fue retirado por el cuarto juez. Sin embargo, los incidentes se agravaron durante el entretiempo, cuando el equipo arbitral fue agredido con proyectiles desde la tribuna local y debió salir bajo custodia policial, mientras se escuchaban golpes, insultos y amenazas desde el túnel que conduce a los vestuarios.
Ya en la zona interna, el secretario de Gimnasia, ingresó sin autorización al vestuario arbitral y lanzó amenazas directas, advirtiendo que si no “dirigían bien” los iba a hacer detener tres días en Jujuy. Minutos después, el presidente del club, Walter Morales, también ingresó al vestuario para pedir disculpas, pero mantuvo un tono amenazante, diciéndole a Comesaña:
“Yo te doy las garantías si ustedes dirigen bien. Yo estoy siempre adentro de la cancha, yo estoy donde quiero”,
una frase que el árbitro interpretó como una presión directa sobre su desempeño y una condición de seguridad dependiente del resultado deportivo.
Ante las reiteradas intimidaciones y la falta de garantías, Comesaña decidió suspender el encuentro, y el cuerpo arbitral fue escoltado hasta el aeropuerto de Salta por orden de la Dirección Nacional de Arbitraje, para resguardar su integridad física.
El informe completo fue remitido a la AFA, que deberá evaluar sanciones y medidas disciplinarias por los graves hechos de violencia y amenazas ocurridos en el estadio de Gimnasia de Jujuy.