En las escalinatas del Congreso, el Presidente dijo que «no hay alternativa al ajuste» y explicó que aplicará políticas de «shock».

El flamante presidente de la Argentina, Javier Milei, salió a las escalinatas del Congreso luego de haber jurado al frente del nuevo cargo y habló a las cientos de personas que lo esperaron en la Plaza de los dos Congresos. Allí tuvo un durísimo discurso contra la gestión saliente y los gobiernos kirchneristas y lanzó: «Un modelo que considera al Estado como un botín de guerra que tiene que repartirlo entre sus amigos. Ese modelo ha fracaso en todo el mundo pero en especial en nuestro país. Estas elecciones han marcado el punto de quiebre de nuestra historia».

Durante los más de 20 minutos que duró su alocución, el mandatario enfatizó en que «no hay alternativa al ajuste» y explicó que aplicará políticas de «shock». «Con este cuadro de situación que a todas luces parece irremontable, debe quedar claro que no hay alternativa posible al ajuste. Tampoco hay lugar a la discusión entre shock y gradualismo, porque los gradualismos terminaron mal mientras que todos los shocks fueron exitosos», argumentó el presidente libertario y sostuvo que si no hay un «ajuste fiscal» que genere «recesión» los «empresarios no invertirán» en el país.

Al concluir que «no hay alternativa al ajuste y al shock», Milei asumió que sus políticas impactarán de modo negativo sobre el nivel de actividad económica, sobre el empleo y los salarios reales, como así también sobre la cantidad de pobres y de indigentes en el país. «Habrá estanflación», sostuvo el nuevo mandatario y sostuvo que «éste es el último mal trago para comenzar la reconstrucción de Argentina».

En otro tramo de su discurso, Milei citó al ex presidente Julio Argentino Roca y dijo: «Nada grande, nada estable y duradero se conquista en el mundo cuando se trata de la libertad de los hombres y del engrandecimiento de los pueblos, si no es a costa de supremos esfuerzos y dolorosos sacrificios». Seguidamente prometió que «habrá luz al final del camino» e insitió nuevamente que la única salida es con un «ajuste ordenado» que sostuvo caerá «con toda su fuerza sobre el Estado y no sobre el sector privado».

En materia de Seguridad, Milei describió el panorama como «un baño de sangre» y relató: «Los delincuentes caminan libres mientras los argentinos de bien se encierran tras las rejas. El narcotráfico se apoderó lentamente de nuestras calles, a punto tal que una de las ciudades más importantes de nuestro país ha sido secuestrada por los narcos y la violencia». Y en materia social, el nuevo presidente sostuvo que recibió un país «donde la mitad de la población es pobre» y agregó: «Con el tejido social completamente roto. Más de 20 millones de argentinos no pueden vivir una vida digna porque son presos de un sistema que lo único que genera es más pobreza. Como dice el gran Jesús Huerta de Soto, los planes contra la pobreza generan más pobreza. La única forma de salir de la pobreza es con más libertad».